Siempre pensamos que la actividad de una biblioteca escolar se centra en la lectura, pero va mucho más allá. Es la cueva del tesoro donde se esconden las palabras que usaremos durante toda nuestra vida. Las modularemos, las cambiaremos y las haremos nuestras hasta crear auténtica magia con ellas. Tras un año realmente duro en el que no se ha podido hacer todo lo que se hubiera deseado, echamos la mirada hacia atrás y vemos un pequeño y lejano destello escondido donde menos lo esperamos. Esta vez, desde la otra esquina de Asturias; los duendes de segundo han recibido carta de sus amigos invisibles de Puerto de Vega. Gracias desde aquí a Balbina, su profesora, porque es un esfuerzo importante hacer lo que han hecho entre el ajetreo de final de curso y sobre todo, gracias a todos los niños y niñas de Vega y Colunga. Han tendido un puente a través de las palabras que, pase lo que pase, abre nuevos horizontes. Hoy os dejamos con esas caras de felicidad y sorpresa. En breve, con la respuesta. A hablar, a escribir y a entenderse, se aprende leyendo.
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